viernes, 28 de febrero de 2014

ZirkoZaurre




 Ana, Gorka y Roger dedicaron tres meses, sin parar de currar, para poder montar esta escuela de circo en un espacio vacío y desnudo de Zorrotzaurre. Conquistando poco a poco el espacio hasta llegar a lo que es hoy en día. Y es que a la escuela no le falta de nada: almacenes, vestuario, una pequeña cocina, dos salas de entrenamiento y un escenario que usan también para actuaciones.

Están muy contentos con como evoluciona el proyecto. Ver que crece compensa todos los esfuerzos. El año pasado impartían 5 cursos y este año han llegado 8, que tocan todas las artes circenses: acrobacias, clown, malabares, flexibilidad, verticales, aéreos y circo joven e infantil.
De momento funciona como una asociación pero lo que les gustaría es que llegara a ser una escuela de circo en toda regla. Y de momento no va mal encaminado, ya que al principio costó, pero cada vez reciben más subvenciones y más gente que se anima a participar.

ZirkoZaurre le da vida al barrio y cada vez más gente lo conoce, pero no se sabe cuánto durará. El plan de renovación de la península impuesto por el Ayuntamiento implica la demolición de multitud de edificios y naves para construir más viviendas, que no hacen falta, pues hay muchísimas vacías y oficinas. Con el plan, que ha tenido numerosos recursos por parte de asociaciones de vecinos de Zorrotzaurre, de Sarriko y San Inazio, desaparecerían espacios como el ZAWP y ZirkoZaurre.







jueves, 27 de febrero de 2014

La eterna ruina de Loiu

 Sobre este enorme baserri de Loiu pesa una orden de desalojo desde el año pasado. Está, abierto, desvalijado y abandonado. Exactamente como estaba hace tres años cuando seis personas vieron las posibilidades del lugar y decidieron okuparlo, reconstruirlo y empezar sus proyectos.

El día de San Juan fueron a vaciar y limpiar la casa, que estaba abierta, sin puertas ni ventanas y llena de la típica mierda y destrozos que genera un pasado de abandono, por parte de sus dueños y de “costreo” por parte de sus ocasionales moradores. Por la noche ya tenían suficiente material para hacer una pira digna de la fecha. Les esperaba un verano de mucho curro. Arreglar el tejado, poner puertas y ventanas, reconstruir las instalaciones de agua y luz, construir habitaciones y empezar a hacer vida.

 Transformaron la cuadra en un local de ensayo, del que salieron varios grupos y en el que se grabaron discos y cortos, otra parte en estudio de tatuajes y el terreno en un huerto bastante considerable.
Todo, partiendo de la filosofía hazlo tú mismo.

 
El huerto lo trabajaban entre varias personas, de la casa y de otras zonas de Bizkaia que tenían ganas de “comer lo que uno se curra”, y funcionaba bastante bien. Tenían suficiente para auto-abastecerse y además vender parte de la cosecha para mantenerlo. 




La pena de esta casa es que es propiedad de muchos hermanos que no se ponen de acuerdo en qué hacer con ella excepto en que nadie la use. No hay ningún proyecto para el terreno ni parece que intenciones de mantenerlo poque lleva un año deshabitada y no la han cerrado. Igual que no se preocuparon hace años.
Pero lo que parece injusto es que la ley civil no exija responsabilidad a los propietarios de un lugar cuando lo reclaman, como mínimo, la obligación de cerrarlo.